Testimonio (2) de Mancera de Abajo

Entre los pueblos próximos a Peñaranda de Bracamonte, Mancera de Abajo fue, con 15 “paseados” -muchos de ellos padres de familia numerosa que quedó abandonada-,  y decenas de perseguidos, el lugar donde la represión fue mayor en venganza por los enfrentamientos del 15 de marzo.
Ricardo Sanchez, desde Suiza, envía este testimonio escrito por una huérfana desde niña, poco antes de morir lejos de su tierra natal.  

Le mando el relato escrito por otra tía mia, Jerónima «Jero» la esposa de Paco, un hermano de mi padre. Jero y su familia sufrieron lo suyo durante la guerra, el relato es bastante elocuente. Ella lo escribió el año pasado (2009), unos meses antes de morir. Como podrá comprobar el recuerdo y los sentimientos están todavía a flor de piel. Jero nunca fue a la escuela pero su emocionante relato me ayudó a comprender lo que paso en Mancera.

Mancera de Abajo           

Estas letras que yo escribo,
Basadas en el recuerdo
Fue todo lo que ocurrió
En este desdichado pueblo.

Era un pueblo dividido
Entre muy ricos y muy pobres,
No daban ningún jornal y el hambre
No les faltaba a los pobres.

El pobre con su pobreza
Luchaba por un trabajo
Y el rico con su riqueza
Solo le daban espantos.

El único remedio que tenían, (los pobres)
Era ir por leña al monte,
Monte que remediaba
Para dar de comer a sus hijos
Que tenían a montones.

Ya se declara la segunda REPUBLICA
Pues ese nombre le daban,
Y en el pueblo de Mancera
Ya todo se cambia.

Obligan a dar jornales.
Las paneras que las abran,
Teniéndolas todas llenas
Pidiendo que lo repartan,
Todo por su justa razón
Para que el hambre rebajara

Como podemos comprender
Eso le crispa a cualquiera….
A cualquiera de ese modo de ser
O le importa poco,…
Que el otro de hambre se muera.

Proclamada la REPUBLICA,
Siendo sucesor Azaña
Se convocan elecciones
En el pueblo de Mancera

La masa trabajadora
Vencedora se proclama
Nombran alcalde en el pueblo
Graciano Sánchez se llama
Nombrado por unanimidad,
Puesto que en el confiaban

El quince de Marzo se celebra,
El día oficial del poder
Formando una gran manifestación
Para desde aquel día,
Disfrutara su bastón
Y si hiciera falta
“diera de palos con él”

En la plaza del pueblo
Está el Ayuntamiento
Sale de allí la manifestación,
Recorriendo todo el pueblo.

Haciendo ese recorrido,
Vítores no faltaban
Uno de los más fuertes,
Era que viva Azaña
Disfrutando de ese día,
La masa trabajadora
Con alegría marchaba.

Ya hacen su recorrido
Metiéndose ya en la plaza
Estando allí el terror
Los ricos ya se ocultaban
Rodeándola por completo
Puesto que en ella habitaban

Estando reunida
Toda la manifestación
Con un viva Azaña
Y darle al Alcalde el bastón….
Sale por el aire una voz (muy fuerte)
Haciendo frente a la reunión
Diciendo muera Azaña
Y hasta vosotros con todos ellos

Poniéndose a disparar,
Desde sus ventanas por dentro.
La masa trabajadora
Indefensa y desarmada
Tuvo que echar a correr
Entre una lluvia de balas

Calculando trescientos tiros
Que las paredes marcaban
Además de varios heridos…¡¡¡ un niño muerto!!!
Que su madre en los brazos llevaba

El revuelo fuerte acaba
Un padre llega a su casa
Filiberto se llamaba
Y al no ver a sus cuatro hijos
Sale corriendo en su busca
Dirigiéndose a la plaza

…Pero el terror le sorprende
Disparándole desde una ventana
Cayendo al suelo sin sentido
Con la cabeza acribillada

Los padres buscando a sus hijos
Por las calles caminaban
De momento se sorprenden
Una mujer caminaba,

Después de hacer mala faena
A su casa regresaban
No se paran a pensar
Entre todos la cogieron
Dejándola acribillada

Las averiguaciones vienen
De quien fue la faena.
Y como siempre…
En esta vida pagan
Los que menos culpa tienen
 
En el tiempo transcurrido
Que no puedo llevarlo en cuenta….
 (Yo era muy pequeña)
Lo que si puedo contar
Que después estalla
La guerra civil de España
 

Todos los hechos sucedidos los borran a cuenta nueva.
Los culpables salen libres menos a quien culparon por haber matado a la falangista Eleuteria.

Todo aquello era un terror
En el pueblo de Mancera
Ya lo único que se veía
Era el yugo con las flechas…

En las ropas que vestían
Metiendo miedo a cualquiera
Y si eso fuera poco
Armados de fusil y cartuchera

Poniéndose en las esquinas
Marcaban los pasos al obrero
Que con mucha necesidad,
 (para dar calor a sus hijos)
Iban al monte a por leña

Al mismo tiempo aprovechaban
Echando buenas carreras
Para poder alcanzar a los animalitos
Saliendo de sus madrigueras
 [y poder llevar a sus hijos la comida]

No tenían medios
Subsistir de otra manera
Era (y es ) un terreno de mucha caza
Y en el tiempo que pudieron
Gozaban de su escopeta
Armas que les recogieron

En cuanto estalló la guerra
Les quedó solo el morral,
Que llevaban escondido
Por si salía alguna pieza,
Que a palo limpio cazaban
Con tal de que a sus hijos,
El hambre se les quitara

Esta es la fase primera de lo ocurrido en Mancera entre los mismos del pueblo, siguiendo y sumando lo que iba sucediendo
Ya con una guerra cruel se desmandan como fieras, se llenan los camiones de matones cantando… (El cara al sol). Haciendo lo que deseaban. Recorrían todos los pueblos, los más sacrificados fueron: La provincia de Salamanca

La guerra empezó en Julio.
En el mes de Agosto
Se presenta en pleno día
Un camión… dirigiéndose al Ayuntamiento

Siendo desconocidos,
Pero de sobra se sabía
Lo que ellos iban haciendo

Llevaban los nombres escritos,
De a los que iban a dar el PASEO
Nombre al que pusieron,
A esa faena que hicieron…

Esos grandes criminales
Que tenían libertad
Porque se lo permitía Franco
 [el más grande criminal]

El alguacil del pueblo
Tenía que acompañarlos,
Esto es bien comprendido
Que ellos iban pagados

Los primeros en aquel PASEO
Sus nombres eran:
Alejandro padre,
Graciano hijo y Regino.

En pleno día llegaron
Lo cual, los sentenciados
Cumplían con su trabajo.
Trabajaban en la construcción
Y como en el pueblo no les daban
Estando en Salmoral
Trabajando todos los días
Diez kilómetros andando
Allí fueron a buscarlos

Los llevan al Ayuntamiento para ir a recoger al resto. Era Regino que acababa de llegar de segar. Estando descansando…

A su puerta llegan los matones:
- ¿Regino Cembellín?
- Servidor
- Venga con nosotros
- Perdonen un momento. Me estoy sacando una espina que vengo de segar y me molesta
- No hace falta le va a molestar muy poco

El pueblo atemorizado no sabían entenderlo, el porqué se lo llevaron
A las pocas horas se oían comentarios que un camión, llegando al monte Villalta, había disparado tiros
Los vecinos de Salvadios recurrieron a los hechos encontrando tres cadáveres repartidos por el suelo
Dada la casualidad
Enseguida se reconocieron
Siendo del mismo pueblo
Que Severino (el herrero)

Todo el pueblo se unió
Para ponerse de acuerdo
Y la más grande voluntad de todos
Fue enterrarlos en el cementerio.

Transcurridos quince días
Hicieron el segundo PASEO
Ya no fueron tres, llevando una lista de cinco
Con el nombre de todos ellos

Ellos en su trabajo
Segando para otros pueblos
Fueron a recogerlos
Entre ellos dos hermanos
Que segaban para el mismo dueño
Llamándose uno Simón y otro Raimundo
Los otros tres… Marcos, Jacinto y Pedro

Ya pasando otro mes
Creyendo que no actuaban
El pueblo un poco tranquilo
Por la noche descansaba.

El día once de Septiembre, estando al fresco a mi puerta mi PADRE con cinco hijos nos enseñaba acertijos. (Ya éramos huérfanos de madre)

De pronto baja un camión y mi padre sospechoso de él nos dice:
- Vamos a acostarnos que me da mala espina
Y avisándonos que si le iban a buscar (como les llevaban antes al ayuntamiento) que cuando sintiéramos subir al camión nos pusiéramos delante los cinco.

…….Sí, fueron a por él, pero no lo pudimos hacer [parece ser que la conciencia falangista no los tenía tranquilos]
Y fue uno llamado José a espiarnos a cinco hijos…huérfanos por todos ellos.
Nos encuentra a los cinco llorando.
Nosotros, al verle vestido de ese hábito criminal, nos zurramos la pata abajo.
Nos hace acostarnos delante de sus narices y manda a mi hermano mayor atrancar la puerta diciéndole,
- Tu padre cuando venga que llame.
Todo eso lo hicimos, pero queriendo obedecer a mi padre de aquello que nos había dicho, no lo pudimos hacer, porque José (el Carlotes ) hasta que el camión no subió, no se fue.
Esto último contado él en el ultimo PASEO otros cinco se llevaron en el que incluido iba mi padre, otros cinco en la lista en la que iban apuntados

¿Quien había dado sus nombres?
Pues podemos figurarlo
Que fueron los falangistas del pueblo
Y querían eliminarlos

Yo siendo muy pequeña
Oía los comentarios
EL PASEO no volvió a ver
Pero ahí no se conformaron

A los que eran de las mismas ideas
De los que habían matado
A la cárcel los llevaron.
Doy informe de quien eran:

Entre todos a los que llevaron
Fueron cuatro hijos de Alejandro
Jesús, Antonio, Jacinto y Ricardo
Y dejaron con la madre a Alejandra, Paco, Manolo,
Cipri y Pedro, siendo los más chiquititos
Todos ellos con su apodo
Siendo su apodo Los Tapieros

El hijo mayor fue Graciano
El que el día del PASEO
A su mujer con tres hijos la dejaron….
Una hija de cinco años
Y dos mellizos pequeñajos
[Que criminales fueron los ricos de Mancera de Abajo]

De Regino no fueron porque eran pequeños
Pero a la madre la dejaron
Con sus hijos que eran cuatro.
Correlativo cuento, siguiendo con el pasado
A los cinco dados el PASEO
Repito el nombre de dos hermanos
Simón y Raimundo; Simón con tres el otro con uno
Con su apodo correspondiente
Simonacas los llamaban
Sigo con los que voy nombrando
Siendo Jacinto El Andola (con sus respectivos hijos)
Y Pedro El piñonero
           
[Que criminales]

Esto lo cuento hoy,
Porque estamos libres de contarlo
Pero, en aquellos tiempos….
Ni podíamos llorarlos
Nos decían:
- No lloréis que os llevamos

Queda Marcos por contar
Hijo de José, con el apodo Cadalso
Aquel no tenía hijos
Si tenía padres mujer y hermano,
El cual, temiendo a los malvados
Se alistó a la Legión (un cuerpo de la guerra)
Que se apuntaban voluntarios

Se fue a salvarse el pellejo
Pero no pudo lograrlo
Es lamentable decirlo (al menos murió)
Con un arma en las manos
Aunque lo que iba a defender
Era lo que ordenaba Franco

Sigo con los Simonacas
De los que mataron a tres
Tenía mujer y un hijo
Que se llamaba Manuel
Tres hermanos matados,
Cárcel cumplía el cuarto
Culpado de matar a la falangista Eleuteria
Que de apodo eran Los Charcos

Marciano con cinco hijos
Todos menores de edad
[Ya manda echar cojones y frialdad]
Para cometer estos crímenes….
Dejarnos sin padre y sin madre…
Y además no importarles ná

Este Marciano que os cuento fue un padre muy querido también con su buen apodo: (Rojillo)

También hubo otro Marciano
Con cinco hijos
Hijos que a su madre la dejaron
Que también tenía apodo
Le llamaban El Genaro

Otro padre era Argimiro, padre de otros tantos hijos, todos menores de edad su apodo: Chavarrique.

Que más os puedo contar.¡¡¡ Esqueee!!! cuentas y no acabas.
El último que os cuento, era un hombre muy joven, era un gran mocetón y con muchos…(cojones)
Es Pepe El Tapiero hijo de Alejandro, hermano de Graciano (Alcalde de Mancera de Abajo).

Todo esto que yo os cuento
Todo esto es lo cierto
Y tengo ochenta y dos años
Pero aunque viviera miles
Nunca podría olvidarlo
Aunque por decir se diga
Que no cuenta lo pasado…

Os cuento el coraje que tuvo Alejandro, que era el padre sacrificando a su hijo. Estando allí el delante, no podía defenderle, pues los tenían atados, pero en un momento de ocasión pudo echarle un buen bocado en un brazo
Ellos después de hacer el hecho a Salvadios se marcharon a celebrarlo a la taberna y allí tuvieron que curarlo.
Allí bebiendo, contaban y se decían los hechos.
El tabernero, que era Dioscoro todo se lo contó a Severino el herrero.
Todo había que callarlo pues a Severino lo tenían ojeado.
Un día haciendo calicata en su casa buscando a Bernabé y a Balta, habiendo huido del pueblo, es cierto que allí estuvieron pues tenían casa en Madrid y huían a la zona roja pero no pudieron.
Los recomendó Severino que se fueran al pueblo y se ocultaran allí, que sabiendo que de allí habían huido no les encontrarían.
Así lo hicieron. Saliendo una noche de casa de Severino por el campo a través, fueron por Cantaracillo, siguiendo por el cordel, llegaron sin que les vieran a la casa de Felisa (hermana de Balta) para que les ocultara hasta que Franco perdonó la pena de muerte y se entregaron.
Estos eran la familia de apodo Esparteros, que estuvieron bastante tiempo en la cárcel, a miembros de la misma familia les desterraron fuera del pueblo.

A la cárcel, fueron bastantes y desde la misma les sacaban cuando movilizaban a los quintos para ir al frente. Entre los que había presos estaban los hermanos Tapieros que les mandaron a la primera línea de fuego. Tuvieron mejor suerte que el padre y sus dos hermanos.
En el frente hirieron a Jacinto que estuvo bastante mal pero salió
…Pero la guerra,…se perdió. [MALA SUERTE]
Los cinco últimos que se llevaron
En el monte de Cantalpino fue donde les fusilaron.
Nos cuenta un vecino que fuimos a visitarlo (esto al cabo de muchos años) que fue el alcalde quien le avisó para que fuera a buscarlos para que fuera a enterrarlos
Y eso, (según nos dijo) ese castigo le dieron por ser de izquierdas… y tener carro.

Esto lo pudimos hacer cuando fue Felipe González presidente de España y autorizó el traslado de los restos, pero antes aún sabiendo donde estaban enterrados no nos atrevimos a hacerlos una visita… [HEMOS VIVIDO CON EL MIEDO]

Puesto que me lo pedís…
Os lo cuento
Y nunca sea olvidado


                            La Abuela Jero